«Picasso Baby», de Jay-Z, es una crítica a la ostentación que los nuevos ricos hacen del arte.

«Picasso Baby», de Jay-Z, es una crítica a la ostentación que los nuevos ricos hacen del arte.
¿Se imaginan a René Magritte bailando con su esposa Georgette una suave balada de R&B?
En pandemia, las escenas nocturnas en bares del pintor Edward Hopper parecen cosa de un mundo perdido.
Los niños con ojos anormalmente grandes que pintaba Margaret Keane estaban considerados de mal gusto, pero inundaron galerías y tiendas de arte de los Estados Unidos.
Según Joan Miró, «el arte de Raimon llega directamente al pueblo, consigue un contacto instantáneo».
La relación entre la Capilla Rothko en Houston y la música es de amor.
«Entre el reloj y la cama» (1940) es una de las últimas pinturas de Edvard Munch, en la que se autorretrata en su habitación.
La cantante Tori Amos nunca ha escondido su feminismo, y en esta canción denuncia lo difícil que es para una mujer llegar a según dónde.
Cohen transformó un texto zen clásico, ilustrado por los mejores artistas orientales, en una canción de cowboys.
“Modern Art”, de los Black Lips, relata un viaje alucinante por el Teatro-Museo Dalí de Figueres. Ay, las drogas…
“Volare, oh, oh, volare, oh, oh, oh!”. ¿Quién no ha cantado alguna vez este estribillo?
«Picasso’s Last Words» es hija de una feliz casualidad.
Picasso es lo de menos en una canción musicalmente hipnótica.
Ambientada en la Florencia renacentista, esta es la historia de una campesina locamente enamorada de Michelangelo.
Todavía no había muerto Dalí, y Mecano ya pedía su reencarnación.
El título de este hit de Coldplay está inspirado en una naturaleza muerta de Frida Kahlo.
Los King Crimson rompieron la barrera del tiempo y las disciplinas, en la que parece casi una lectura sonora de la fascinante escena de Rembrandt.
Poco antes de convertirse en Ziggy Stardust, David Bowie visitó por primera vez a Andy Warhol en la Factory en otoño de 1971.
La voz aterciopelada de Nat King Cole es perfecta para «Mona Lisa», balada dulce que habla sobre el misterio de la sonrisa de «La Gioconda».
En una cápsula del tiempo que está enterrada bajo el edificio del Museo van Gogh de Ámsterdam, hay un juego de pinceles del artista y una partitura de la canción «Vincent (Starry Night)», del cantautor estadounidense Don McLean.